
¿Cuál es la mejor manera de recompensar a tu perro? La experta en perros felices te lo explica
Recompensar a tu perro es una de las claves para un aprendizaje exitoso. Lo más importante es encontrar y saber cómo utilizar su motivación. Las recompensas son una excelente manera de ayudarle a asociar una acción con una consecuencia positiva y entender que ha actuado de la manera correcta.
En el artículo de hoy, exploraremos por qué las recompensas son esenciales en el entrenamiento y bienestar de un perro, así como cuáles son las mejores y cuándo utilizarlas.
¿Por qué son importantes las recompensas para tu perro?
Las recompensas son fundamentales para motivar a tu perro a repetir un comportamiento solicitado y, sobre todo, para celebrar su éxito al hacerlo. ¿Irías a trabajar sabiendo que no te van a pagar? ¡Probablemente no! Lo mismo ocurre con tu perro.
Los perros necesitan ser entrenados para convivir de manera positiva con sus humanos. Es importante enseñarles normas básicas de la vida diaria, como hacer sus necesidades en el lugar adecuado, acudir a la llamada o caminar sin tirar de la correa. Aprender es una parte esencial de la vida de tu perro, y es un proceso continuo que nunca termina.
Como habrás notado, el refuerzo positivo puede hacer que el aprendizaje de tu perro sea más fácil, o incluso posible. Es importante entender que los perros aprenden principalmente por asociación. Por lo tanto, cada vez que una acción les genera un resultado positivo, entienden que eso es lo que se espera de ellos y tenderán a repetirlo. ¡Sí, los perros son oportunistas!
Por el contrario, si un comportamiento no les aporta nada positivo o incluso les causa una consecuencia negativa, como que les griten, es menos probable que lo repitan. Así que, al darles recompensas en el momento adecuado, estás aplicando el refuerzo positivo, lo que les ayuda a entender lo que esperas de ellos y cuándo deben repetir una acción deseada.

¿Cuáles son las mejores recompensas para perros?
Hay varias formas de premiar a tu perro, y el truco está en encontrar la que tenga más valor para él.
Cada perro es diferente, por lo que no todos disfrutan de las mismas recompensas. Es importante identificar qué le gusta a tu perro para asegurarte de que las recompensas que utilizas tengan el efecto deseado. Para hacerlo, piensa en sus preferencias, recordando que estas pueden cambiar según el día o la situación.
Por ejemplo, la comida no tiene el mismo valor si tu perro tiene hambre o si acaba de comer. Lo mismo ocurre con recompensas relacionadas con la actividad, como los juguetes.
Una recompensa debe ser placentera para tu perro, por lo que debes asegurarte de que la disfrute. Por ejemplo, si no le gusta que lo acaricien o que le toquen ciertas partes del cuerpo, no servirá como recompensa en su entrenamiento.
Para saber si una recompensa es realmente placentera para tu perro, es importante que observes su lenguaje corporal. Un perro que no se siente cómodo puede mostrar señales de calma o estrés, como:
● Relamerse la nariz
● Bostezar
● Girar la cabeza
● Jadear en exceso
Presta atención a las señales de tu perro para descubrir qué es lo que realmente valora.

Tipos de recompensas para perros
Premios comestibles
A la mayoría de los perros les encanta la comida, y una gran ventaja de utilizar premios comestibles como recompensa es la enorme variedad disponible. Es importante encontrar la golosina más apetecible para tu perro para que la recompensa sea realmente efectiva. Algunos perros están muy motivados por la comida, mientras que otros lo están menos.
Prueba diferentes tipos de premios para descubrir cuáles son los que mejor funcionan con tu perro. Algunas opciones de recompensas alimenticias incluyen:
● Premios secos – como galletas para perros.
● Premios húmedos – como salchichas de entrenamiento.
● Premios naturales – como pescado seco o pollo deshidratado.
Algunas golosinas serán especialmente valiosas para tu perro y pueden reservarse para entrenamientos específicos o situaciones concretas. En general, se recomienda elegir premios que sean fáciles de romper, que no sean pegajosos, que se puedan masticar con facilidad y, por supuesto, que le gusten a tu perro.
Cuando premies a tu perro con comida, es fundamental asegurarte de que sean productos de buena calidad y adecuados para su digestión. Evita las golosinas que no estén diseñadas para perros. Puedes variar los premios si esto motiva a tu perro, pero es recomendable utilizar solo un tipo durante cada sesión de entrenamiento para evitar que pierda el interés.
Juguetes
Jugar también es una forma de aprendizaje, por lo que es una excelente manera de recompensar a tu perro. Sin embargo, si se usa de manera incorrecta, puede reforzar conductas no deseadas. La clave está en encontrar el tipo de juego que más motive a tu perro.
Al igual que ocurre con las golosinas, algunos perros disfrutan persiguiendo una pelota, mientras que otros prefieren tirar de una cuerda. Por ello, es importante encontrar y utilizar el juguete adecuado para cada perro.
También es fundamental permitir que tu perro tenga momentos de "victoria" durante el juego. Además, jugar con un perro no siempre requiere un juguete. En cuanto tu perro interactúa de manera positiva contigo, eso en sí mismo puede considerarse un juego y una forma de refuerzo positivo. Algunos perros simplemente disfrutan corriendo junto a su humano como una forma de diversión.

Caricias y contacto físico
El contacto físico puede ser una buena recompensa, pero solo si tiene un valor positivo para tu perro. Para ello, hay dos aspectos clave que debes tener en cuenta:
- Asegúrate de que a tu perro realmente le gusta que lo acaricien. No es raro ver a un perro mostrando señales de calma cuando lo acaricias, lo que indica que no se siente cómodo con la interacción. Esto significa que las caricias no son un refuerzo positivo para él.
- Evita el exceso de caricias sin motivo. Solemos acariciar a nuestros perros simplemente porque nos gusta hacerlo, pero esto puede hacer que la caricia pierda valor como recompensa. También es importante saber que un perro puede disfrutar del contacto físico en algunas situaciones y rechazarlo en otras.
Es fundamental prestar atención al lenguaje corporal de tu perro para saber cuál es la mejor recompensa según el ejercicio y la situación.
Libertad
Otra forma de recompensa es permitirle a tu perro hacer lo que quiere. Por ejemplo, dejar que juegue con otros perros, darle acceso al sofá o permitirle entrar y salir libremente de casa.
Esta idea de elección también se aplica a otras recompensas, como las golosinas o los juguetes. A menudo, imponemos muchas normas a nuestros perros, como horarios de paseo, comidas o zonas de descanso. Por eso, cuando les damos la posibilidad de tomar decisiones por sí mismos, lo disfrutan mucho.

Cómo reducir las recompensas de manera gradual
Las recompensas pueden reducirse progresivamente, pero nunca deben desaparecer por completo de las sesiones de entrenamiento. Cuando le pidas a tu perro que realice un ejercicio, debes recompensarlo. Sin embargo, a medida que aprende y la acción se vuelve más gratificante por sí misma, puedes pedirle varias acciones antes de recompensarlo.
También es posible dejar de recompensar sistemáticamente ciertos comportamientos cuando están completamente aprendidos. No obstante, es importante recordar que una conducta que deja de ser premiada puede ocurrir con menor frecuencia y, eventualmente, desaparecer. Por eso, nunca elimines por completo las recompensas que tu perro disfruta.
Si sigues estos consejos y encuentras las recompensas ideales para tu perro, mejorarás tanto su aprendizaje como vuestra relación. Un perro que se siente seguro y motivado estará más predispuesto a cooperar, lo cual es completamente natural.
Si tienes dificultades con su entrenamiento o con su aprendizaje, no dudes en pedir ayuda a un educador canino cualificado, quien podrá asesorarte sobre qué tipo de recompensa utilizar y cómo hacerlo correctamente.
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